“HECHOS EN ANDALUCÍA”. Así se presentaban ante el gran público Mártires del Compás en una de sus primeras entrevistas. Haciendo una música desde el “Sur Sur” irrumpieron con fuerza creando un estilo propio y único, el autodenominado “Flamenco Billy” que da título a su primer trabajo, un estilo lleno de mezcolanzas, compás, potencia y frescura sonora, con una lírica ácida, actual, surrealista y viva, descubridores de los sonidos ocultos entre el flamenco, el rock, el jazz… Llenaron un espacio aparentemente inexistente, llegaron así, sin conservantes ni colorantes y han vuelto para quedarse.
20 AÑOS DE FLAMENCO BILLY
Tras 8 años de silencios, Mártires del compás vuelven a los escenarios para celebrar juntos el 20 cumpleaños de su primer trabajo “Flamenco Billy” y su segundo disco “Prohibido dá el cante” (fué un parto de mellizos) con su gira “Hola y Adiós”, gira que comenzaron en 2015 y que prolongarán a lo largo del 2016. Vuelven con su Rocío Vázquez “La Martiresa”, Jesús Díaz al bajo, Manuel Soto (Noly) a la guitarra flamenca, Julio Revilla con su “Gritarra” eléctrica, Alberto Álvarez al cajón “Billy” y Chico Ocaña para el gozo y disfrute de tod@s.
Tabletom + Jamones con Tacones serán los acompañantes de este baile tan especial para Chico Ocaña & Cía.
-Tabletom celebra este 2016 sus 40 años de Rock, estable a lo largo de los tiempos y a conciencia ajenos a las circunstancias que les rodeen, y lejos de cualquier conjetura se le ve más grande que nunca y con una exquisitez musical más elaborada aún, algo que parecía ya imposible dada la enorme calidad que siempre atesoran estos músicos profesionales desde el gran Mezclalina en 1979.
Contundentes, incontestables, fusionando en sus conciertos las leyendas con la nueva savia, es muy difícil en los tiempos que corren ver un grupo encima de un escenario que atesore la dinosaurica y complicada música que Tabletom elabora. Eso se ha perdido, y a quien por encima de modas y tendencias de hoy para mañana guste de la buena música, hoy día tenemos poco donde elegir; pero dentro de ese poco, sin duda el gran abanderado de la calidad musical y de las buenas artes compositivas es Tabletom. Los sempiternos hermanos Ramírez, combinando su vida de profesorado del conservatorio de música, han abonado sus tierras con nuevos músicos, continúan con más fuerza si cabe, y con los espectaculares y demoledores directos a los que nos tienen acostumbrados desde tiempo atrás.
Por encima del absurdo esnobismo, ellos siguen a lo suyo.
¿Quieres música? Tabletom.